Costa Rica: el pequeño país que quiere ser el faro de Centroamérica
Cuando analizamos los países latinoamericanos, generalmente nos encontramos con sociedades que atraviesan profundos problemas políticos, sociales y económicos. A veces, con naciones tan fragmentadas, que resulta difícil imaginar cómo poner de pie un país cuando se encuentra sumido en la incertidumbre y el caos.
Pero, en algunos casos, existen Estados que demuestran que, si se siguen las políticas apropiadas, es muy difícil no subirse a la locomotora del crecimiento y el progreso que impulsa al globo.
Éste es el caso de Costa Rica, una pequeña nación centroamericana que se convirtió en el cuarto país latinoamericano miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), algo que demuestra su compromiso con la integración al mundo y el desarrollo de sus ciudadanos.
Sin embargo, cuando hablamos de desarrollo, los países con pequeños mercados pueden verse especialmente afectados de manera negativa. En éste artículo, desentrañaremos algunos de los secretos que posibilitaron a Costa Rica emprender una mejor continua en su situación social y económica.
Crecimiento sostenido: en busca de la ‘receta del éxito’
Muchos han sido los países pequeños que han revolucionado sus economías en los últimos 40 años. Los Tigres Asiáticos (el grupo que comprende a Singapur, Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán), los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y tantos otros. Para sorpresa de muchos, algunas naciones sudamericanas no han sido ajenas a éste proceso. Como hemos señalado en la introducción, Costa Rica se posicionó como uno de los grandes referentes del crecimiento latino de la última década.
Con una matriz productiva que se ha ido diversificando, pasando de depender exclusivamente del sector rural, a desarrollar los rubros del turismo, la industria electrónica, y de servicios. Esto debe entenderse en un momento de gran apertura para el país centroamericano, ya que su grado de apertura al comercio extranjero se ubica en torno al 60%, uno de los ratios más altos de Latinoamérica. Es justamente ésta complejización creciente de su economía la que ha suplido uno de los grandes problemas de todo país pequeño: el tamaño del mercado.
Con menos consumidores y factores productivos, muchas veces se piensa que los países pequeños están condenados a relegar su situación económica. En el país centroamericano estaban al tanto de ésta limitación y es por esto que, sin perder tiempo, se dedicaron a implementar soluciones: si el mercado interno es pequeño, entonces se abrirían al externo.
Analizando la matriz comercial y productiva costarricense
Antes de adentrarnos en los cambios que ha realizado Costa Rica a su sistema productivo, es importante entender algunos números, que dan cuenta del éxito de las políticas aplicadas en el país centroamericano. De acuerdo al Índice de Competitividad Global de 2019 (Foro Económico Mundial), Costa Rica ocupaba el puesto 41º de 121 países estudiados, superando por mucho la media latinoamericana así como también la media de países de ingresos medio-altos.
En cuanto a la diversificación de su matriz, la pequeña nación comprendió que, para compensar su mercado relativamente pequeño, debía focalizarse en las exportaciones y la atracción de inversión extranjera directa. En ese sentido, Costa Rica inició un ambicioso plan de apertura comercial y recomposición productiva.
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En poco menos de 5 años, la nación centroamericana pasó de exportar menos de 10 tipos de productos, mayoritariamente del sector rural, a ubicar más de 4500 productos en el exterior, en más de 150 países del globo. Esto también se vio potenciado con el aumento de las empresas extranjeras presentes en el país, trayendo consigo un importante caudal de inversiones al país latino.
Otro punto a considerar en la matriz productiva costarricense es el crecimiento exponencial del sector servicios: desde su boom, ha creado más de 10000 nuevos puestos de trabajo, algo que la población del país ha recibido con los brazos abiertos. Un último punto clave, y que contiene éstas miradas que veníamos desarrollando anteriormente, es el compromiso de Costa Rica con el comercio exterior y la integración en el mercado mundial. En pleno 2020, con una pandemia de por medio y una clara desaceleración de la economía mundial, el pequeño país centroamericano veía como sus exportaciones totales aumentaban en casi un 2% a comparación del año 2019, una tendencia que viene produciéndose desde el año 2015.
Desafíos a futuro: estabilidad, crecimiento y equidad
En un reporte del Banco Mundial del 06 de Octubre de éste año (hace tan sólo 3 días atrás) el organismo multilateral de crédito describía el panorama general de Costa Rica como “una historia de éxito en términos de desarrollo”. Entre otros aspectos no-económicos, el Banco Mundial destacaba sus logros y políticas en materia medioambiental, que ayudar a Costa Rica a crear su “Marca Verde”.
Otros puntos tenían que ver con la seguridad jurídica, clave a la hora de pensar sobre todo la inversión extranjera, y la estabilidad política, resultando en una de las tasas de pobreza más bajas de Latinoamérica.
A pesar de que el impacto de la pandemia se ha mitigado bastante en el último tiempo, sí es preciso aclarar que la misma ha tenido consecuencias en el país centroamericano. Los gastos para atender la emergencia sanitaria dejaron al país con un déficit del 8,5%, mientras que la deuda pública también se incrementó. Esto llega en un momento en el que Costa Rica buscaba aplicar de lleno su Plan de Consolidación Fiscal, como parte de su paquete de medidas para entrar en la OCDE.
Finalmente, el Banco Mundial destaca como principales desafíos para el país latino la inclusión, particularmente la desigualdad que ha dejado la pandemia en término de ingresos per cápita, y la sostenibilidad de su crecimiento, así como el trabajo y compromiso continuado en el combate de la pobreza y la indigencia.
Si todo va bien, Costa Rica podría seguir disfrutando de un importante crecimiento económico, redundado en mayores beneficios para su población. De ésta manera, un pequeño país demuestra, una vez más, que no es necesario tener un mercado interno gigante para conseguir un buen desempeño económico, y que la era de la globalización, reparte oportunidades que suelen aprovechar aquellos países con mentalidad de integración y apertura.
Bibliografía de referencia:
CEPAL (2017) “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe”. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42651/78/BPE2017_CostaRica_es.pdf
Legiscomex (S/F) “Perfil económico y comercial de Costa Rica” Disponible en: https://www.legiscomex.com/Documentos/estudio-perfil-economico-comercial-costa-rica-2016-rci310
Legiscomex (2015) “Inteligencia de mercados – Perfl comercial de Costa Rica” Disponible en: https://www.legiscomex.com/BancoMedios/Documentos%20PDF/perfil-comercial-costarica-perfileconomico-rci310.pdf
Grupo del Banco Mundial (2021) “Costa Rica: panorama general” Disponible en: https://www.bancomundial.org/es/country/costarica/overview#1 World Economic Forum (2019) “The Global Competitiveness Index” Disponible en: https://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf
