Gestión y COVID en América Latina: ¿Que países gestionaron mejor la pandemia?
En éste artículo, intentaremos brindar una reconstrucción certera acerca de los países que dieron una respuesta acertada en la lucha contra la pandemia del COVID 19 en América Latina. En el corriente caso, el escenario que analizaremos serán los países de América Latina que lograron brindar, al menos por algunos meses, una respuesta favorable contra el COVID. Repasaremos desde los primeros días de la pandemia hasta, aproximadamente, las fechas actuales.
Si bien el tema es muy amplio y podríamos analizar numerosas aristas del mismo, en esta ocasión haremos hincapié en dos puntos claves a la hora de entender el avance de la pandemia por el territorio latinoamericano y la respuesta de los gobiernos de sus respectivos países: el número de fallecimientos y la tasa de vacunación (ambos datos expresados en por millón de habitantes).
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El extraño caso uruguayo: de ser una excepción, a uno de los países con mayor cantidad de contagios.
Desde el año pasado, Uruguay había estado aplicando una estrategia poco convencional para hacer frente a la pandemia. El país, a diferencia de muchos otros en la región y en el mundo entero, no aplicó confinamientos obligatorios ni restricciones de alto nivel. El presidente, Luis Lacalle, había señalado que el camino contra el Coronavirus se daría a partir de una “libertad responsable”.
Bajo ese marco de aparente libertad, la población siguió las instrucciones del presidente y, al menos en un principio, los resultados fueron bastante buenos a comparación de países vecinos como la Argentina o Brasil, los cuales aplicaban un modelo de cuarentena estricta, similar al que se estaba llevando a cabo en el resto del mundo.
Más tarde, en abril del 2020, el gobierno dispuso que las actividades diarias volvieran a la normalidad: se reanudaron las clases en universidades y colegios, se volvió a trabajar en los comercios, fábricas, y se reactivaron el resto de actividades en todo el país.
Sin embargo, uno de los mayores retos del país se presentó a fin de año, cuando los contagios comenzaron a subir de manera exorbitante. En su momento, los expertos señalaron que este fenómeno se debía a que muchas personas tendían a socializar más cuando regresaban de sus vacaciones, por lo que al estar en contacto con otras personas de diferentes lugares, terminaban por propagar el virus por todo el territorio uruguayo.
Lo peor de todo vino después, cuando varios especialistas, al notar que la curva de contagios iba en ascenso, pidieron al presidente tomar las medidas que fueran necesarias para paliar la situación. ¿Pero cuál fue el problema? Que el presidente, convencido de que los contagios descenderían, continuó sin llamar a restricciones ni confinamientos.
Ahora bien, ¿Cómo afectó esto a los contagios y fallecimientos?
A finales del 2021 se registró un alza en el número de contagios, el cual estaba en casi 400 mil en todo el país. La última fecha de la que se tiene registro es de hace cinco días atrás, en donde el número de casos en todo el país estaba en casi 850 mil. Esto nos da a entender que, en pocos meses, se duplicaron la cantidad de casos, lo cual es una fuerte consecuencia de la inexistencia de políticas fuertes por parte del gobierno en materia de confinamientos para la población.
Con respecto al progreso en materia de vacunación, Uruguay fue, en su momento, uno de los países latinoamericanos más tardíos en conseguir dosis; sin embargo, y contra todo pronóstico, resulto ser, en pocos meses, uno de los países con mayor tasa de vacunación exitosa en el continente. Esto último contribuyó, aunque no superó, a que la tasa de contagios descendiera considerablemente, para luego con posterioridad volver a subir.
Otra cosa que llamó poderosamente la atención de países vecinos, fue que Uruguay estableció un calendario irregular de vacunación, en el cual la prioridad, es decir, quienes serían llamados a la vacunación en primer lugar, no fueron las personas de tercera edad; quienes recién comenzaron a ser vacunados hace poco tiempo, comenzando por las personas que oscilaban las edades de 50 a 70 años.
Hacia la fecha del 27 de febrero, el número de vacunados en todo el país estaba en 2.964.816 personas; si hacemos cálculos sobre los datos oficiales, y con una población de aproximadamente 3.500.000 de habitantes, Uruguay tiene a, más o menos, el 83% de su población vacunada con, como mínimo, doble dosis.
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Chile: a pesar de ser el país latinoamericano con mayor tasa de vacunados, vive uno de los peores brotes desde el inicio de la pandemia.
Si tomamos parámetros latinoamericanos, Chile sigue siendo el país con mayor cantidad de vacunados. Según datos del Ministerio de Salud de Chile, aproximadamente el 92,9% de la población ya se ha inoculado con al menos primera dosis. La cifra ronda cerca de los 17 millones de vacunados, en un país que alberga a poco más de 19 millones de habitantes. A simple vista, pareciera ser un trabajo espectacular el que se ha realizado en Chile, gracias a una avanzada gestión en las vacunaciones.
Sin embargo, eso no es suficiente. ¿Cómo se explica que un país con tantos vacunados alcance un nivel de tantos contagios? Lo cierto es que Chile, durante este verano en el hemisferio sur, ha registrado las peores cifras de contagiados desde uno de los brotes más complicados que sufrió en los meses de junio-julio del 2021, es decir en pleno invierno, cuando el país no tenía el estándar de vacunación que posee hoy en día.
Pero, si el país es uno de los más avanzados en cuanto a vacunación, ¿por qué tantos contagios?
Juan Carlos Said, máster en salud pública por el Imperial College de Londres, dijo que “la situación en Chile es muy grave debido a un aumento en los contagios que no se registraban desde los comienzos del virus”. Al mismo tiempo, el doctor Said colaboró con el gobierno tratando de brindar alguna explicación de por qué, precisamente ahora, los contagios se han elevado tanto.
Al respecto, señaló: “Chile nunca logró un control efectivo de la pandemia. A diferencia de algunos países europeos o de Oceanía o Asia que lograron un descenso significativo después de la primera ola, en Chile lo que pasó fue que nos estabilizamos en lo que llamamos una endemia alta, es decir, un número persistente de casos que nunca bajó«.
Por otro lado, la doctora Claudia Cortés, académica de la Universidad de Chile y vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología, comparó la situación que se vive en Chile con lo que, hasta no hacía mucho tiempo, se vivió en el Reino Unido.
Sobre el tema, compartió: “Lo que estamos viendo ahora en Chile es una situación similar a la que se vivió en Reino Unido a la vuelta de las vacaciones después del verano, en la se tuvo una segunda ola muy fuerte«.
A su vez, los expertos anteriormente mencionados también brindaron otras posibles explicaciones para intentar resolver la coyuntura chilena. Por ejemplo, el doctor Said hizo hincapié en que, si bien Chile fue un país efectivo a la hora de aplicar las dosis, no fue tan eficiente a la hora de localizar los contactos de las personas contagiadas, de esa forma, esto ayudó a que los contagiados se diseminaran con más rapidez por el territorio chileno.
Por otra parte, la doctora Cortés señaló que detrás del actual rebrote de contagios, está el levantamiento de restricciones por parte del gobierno por las vacaciones de verano de diciembre, enero y febrero. “Esto, sin lugar a dudas, fue un elemento clave en el desarrollo de nuevos contagios”, expresó con preocupación la doctora Cortés, quien reconoció el error del gobierno chileno al liberar restricciones para el receso de verano.
Esto es algo que el Ministerio de Salud de Chile también reconoció y aseguró que el proceso de vacunación está más fuerte que nunca, al mismo tiempo que instó a la población a seguir las recomendaciones básicas que dictaron desde el Ministerio desde el día en que empezaron los primeros contagios en el país sudamericano: uso de mascarilla, frecuente lavado de manos con agua y abundante jabón, así como también el mantenimiento del distanciamiento físico y el tratar de evitar aglomeraciones y fuertes concentraciones de gente.
Conclusiones
Si bien la volatilidad de los contagios de COVID-19 en América Latina ha sido de las más altas del mundo, también es justo decir que hay por lo menos, dos factores que han contribuido a mantener la crisis bajo control, al menos en LatAm. La primera ha sido, sin lugar a dudas, la vacunación masiva. Si bien el acceso a las vacunas fue algo complejo al principio, lo cierto es que los países de la región pudieron acceder a éstas sin mayores problemas y se mantuvo la cadena de abastecimiento.
El segundo gran factor fue la capacidad de los sistemas de salud de los diferentes países para resistir las grandes olas, así como también los picos de internaciones. Sin lugar a dudas, la habilidad y el profesionalismo del personal sanitario marcó una gran diferencia y, cuando los latinoamericanos necesitaron de sus médicos y enfermeros, éstos se mantuvieron firmes y prestos a ayudar. La combinación de ambos, permitió controlar, relativamente, los efectos que podrían haber sido aún más catastróficos.
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