Gobierno abierto, un nuevo paradigma de gestión para América Latina
El nuevo milenio introdujo numerosos cambios en nuestro mundo. En el vertiginoso mundo de la política, la gestión pública ha ido recibiendo de igual manera éstos impactos. La ciudadanía también ha evolucionado, volviéndose más demandante con sus funcionarios y políticos, exigiéndoles mayor rendición de cuentas, tanto en lo referido al uso de recursos públicos, como así también con sus acciones y deberes como tal.
En éste sentido, el paradigma del gobierno abierto viene a plantear tanto un desafío como una oportunidad. La oportunidad es para las personas, ya que mediante el uso de las tecnologías de la comunicación y las redes sociales, el escrutinio público de los actos oficiales es mucho más descentralizado y eficiente. Virtualmente, cualquiera puede controlar, o ejercer presión para hacer esto. El desafío es para los gobiernos, que deberán adaptar los métodos de sus grandes burocracias a un control más directo por parte de la ciudadanía.
Veamos a continuación, que se entiende por gobierno abierto, cómo ésta herramienta innovadora hace uso de las tics y el acceso a internet para democratizar datos de los Estados y cuáles son algunas perspectivas, presentes y futuras, en América Latina.
¿Qué es el gobierno abierto?
Siguiendo a García García (2013) el gobierno abierto es una “evolución natural de la administración electrónica hacia patrones de gobierno que enfaticen la rendición de cuentas a la ciudadanía, con el objeto de promover la transparencia y, como consecuencia la colaboración y participación de ciudadanos y administraciones públicas de una manera más justa en la sociedad”.
Un aspecto que remarca la centralidad de éste argumento, tiene que ver con la visión de Carr (2003), en donde ya se hablaba de que las TICS habían dejado de constituir ventajas comparativas para pasar a formar parte de la infraestructura crítica de cualquier organización, así como también ésta idea de creación de valor público.
Ahora bien, dicho esto, comentemos los principales puntos del gobierno abierto. Básicamente, son tres:
- Transparencia: actividades creadas a través desde organismos públicos y que sean accesibles a las mismas personas
- Participación: Es lo que sustenta al Estado abierto. Todo proceso de participación ciudadana debe ser validado por la propia sociedad, de modo que se cumplan sus propias guerras y estas actividades resulten legítimas.
- Colaboración: Implica generar nuevos espacios de diálogo y encuentro que favorezcan la concreción de iniciativas y coproducción de sercivios públicos.
Otro aspecto a tener en cuenta cuando hablamos de gobierno abierto, es que el mismo cobra importancia “cuando hablamos de la necesidad de reforzar los vínculos de legitimidad emanados del contrato social democrático” (García García, 2013) y, con ello, la capacidad de generar instituciones fuertes y estables que permitan asentar los pilares del desarrollo económico y humano. Esto se plasma en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, principalmente en el 1º pilar “Instituciones”.
Ya hemos observado las características, bondades y pilares fundamentales del gobierno abierto. Exploremos ahora, brevemente, los ámbitos de aplicación que se vienen realizando en América Latina y cómo se podría expandir y mejorar aún más la utilización de ésta innovadora herramienta.
Gobierno Abierto: ámbitos de aplicación en América Latina
En el marco de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA), hay que afirmar que los diferentes países de América Latina, han asumido un importante número de compromisos tendientes a implementar soluciones de gobierno abierto en el territorio. Algunos de estos ejemplos son los siguientes:
- Brasil: ha implementado una serie de políticas referidas al área de acceso a la información, participación ciudadana y la colaboración entre actores. Algunos de éstos son, por ejemplo, el proyecto VLibras, un software de código abierto que permite que personas con discapacidad accedan a información sobre productos de consumo.
- Chile: los principales compromisos de Chile también se alinean dentro del ámbito del acceso abierto a la información pública. El llamado “Portal de Datos Abiertos” agrupa toda una serie de informaciones históricas y contemporáneas sobre la evolución de las principales variables en el país. Estos datos resultan vitales para el desarrollo, ya que le permiten a los Estados medir su performance, y al mismo tiempo, le otorgan la posibilidad a los inversores privados de conocer con más detalles los números de la economía de un país potencialmente receptor de IED.
- Argentina: a través del Ministerio de Modernización, el foco argentino está puesto en mudar la estructura elefantiásica de la burocracia del país austral, para adaptarla y reconvertirla a parámetros más flexibles, que se condigan con el contexto actual.
- Costa Rica: siguiendo con los lineamientos antes dispuestos, de acceso a la información pública y liberación de este tipo de datos, la particularidad de Costa Rica está dada por el compromiso a luchar contra la corrupción, un mal cuyo efecto más que negativo en el desarrollo es harto sabido.
- México: Por medio de gestiones sobre información y datos públicos, la sociedad civil ha realizado una iniciativa de amplia participación organizada en pos de la gestión hídrica y el acceso al agua potable para todos.
Todos estos compromisos son importantes, ya que demuestran algo: América Latina no se ha quedado atrás cuando se trata de implementar éste tipo de medidas propias de la innovación política. Si bien es cierto que queda mucho que trabajar, es importante que los primeros pasos se hayan dado y que se continúe en esa dirección.
Conclusiones: en dónde estamos (y a dónde vamos)
Si bien hay varios ejemplos más, todos estos demuestran de manera clara varios de los más de 1500 compromisos que diversos países de la región Latinoamericana se han planteado poner en marcha de la manera más rápida posible, de cara al mejoramiento de la situación social, de acceso a tecnologías de la información y, consiguientemente, al desarrollo económico y social.
Resulta crucial que los gobiernos continúen trabajando en éstos aspectos, no solo porque puntos como el Gobierno Abierto acercan personas y dinamizan relaciones sociales, sino porque también es tremendamente efectivo descentralizar el acceso a la información y que muchas personas y ONGs, inclusive, puedan utilizar ésta data para planear y llevar a cabo soluciones que acerquen el desarrollo definitivo de América Latina y el Caribe.
Gestión y COVID 19 en América Latina: ¿Que países gestionaron mejor la pandemia?
Crisis en Venezuela: el ‘Dubai Latinoamericano’ que no fue
El capital social en América Latina: qué es y por qué hace falta más que nunca
Bibliografía de referencia:
García García (2013) «Gobierno abierto: transparencia, participación y colaboración en las Administraciones Públicas».
CEPAL (S/F) «Gobierno abierto en América Latina y el Caribe». Disponible en: https://observatorioplanificacion.cepal.org/es/nota/gobierno-abierto-en-america-latina-y-el-caribe
CEPAL (S/F) «Estado abierto en América Latina y el Caribe». Disponible en: https://biblioguias.cepal.org/EstadoAbierto/Inicio
WEF (2019) «The Global Competitiveness Index». 2019 edition.
Ramírez Alujas (2019) «El Estado abierto en América Latina: avances, alcances, perspectivas».