Urbanización en América Latina: Apuntando a ciudades resilentes
En las últimas décadas, América Latina se ha encontrado de frente con el reto de ver crecer su urbanidad de una forma impresionante, planteando la necesidad de avanzar hacia ciudades resilentes. La región pasó de ser una de las que más población rural tenía, a ser actualmente una de las más urbanizadas del mundo.
Sin embargo, este proceso trajo consigo una serie de complicaciones que hoy en día no hace preguntarnos si este proceso ha valido la pena. De esta manera, es bien sabido que en muchos países, la rápida urbanización en América Latina generó que se crearan problemas adicionales como lo son déficits en los servicios públicos, viviendas de poca calidad, construcciones en zonas de peligro, incremento de la criminalidad, entre otros.
Ahora bien, la urbanización en América Latina también ha generado un gran crecimiento económico, al poner a disposición de las empresas mano de obra lista para trabajar, y un mercado mucho más amplio para colocar sus productos
Partiendo de esto, cabe preguntarse cómo puede conseguirse que la urbanización en Latinoamérica se desarrolle de forma eficiente. Y lo cierto, es que la respuesta para esto pareciera ser la construcción de ciudades resilentes, las cuales permitan generar las condiciones necesarias para una expansión que no afecte negativamente a la sociedad, sino que favorezca el desarrollo.
Siendo esto así, te invitamos a continuar con nosotros para descubrir más sobre las ciudades resilente, qué son, qué beneficios ofrecen para la urbanización en América Latina y qué retos genera.
¿Qué son las ciudades resilentes?
Seguramente te has dado cuenta que, cada vez que ocurre un desastre natural en América Latina, las pérdidas materiales son enormes. Una gran cantidad de viviendas, vías, escuelas y toda clase de infraestructuras desaparecen por causa de esto. Sin embargo, también debes haber notado, que esto no ocurre de esta manera en los países desarrollados, en los cuales a pesar de que siga habiendo perdidas estas son verdaderamente mínimas.
La razón de que esto sea así es simple, la construcción de infraestructuras en los países desarrollados se realiza de acuerdo a una planificación. Esta no solo toma en cuenta que bonito será el edificio, o a cuántas personas podrá albergar en el corto plazo, sino que, por el contrario, considera todos aquellos factores que puedan llegar a afectarla, entre ellos los desastres naturales.
Y esto es lo que la resilencia de las infraestructuras, construcciones pensadas para poder resistir y seguir funcionando de manera adecuada para las personas, luego de que ocurra un desastre natural. En pocas palabras, es construir infraestructuras que se mantengan en pie y operativas luego de terremotos, huracanes, sismos, tornados, inundaciones, etc.
Siendo esto así, queda claro que las ciudades resilentes son aquellas que tienen en cuenta una serie de factores necesarios para mantenerse funcionales al momento de que ocurran desastres naturales. Esto es de gran importancia, ya que con este tipo de ciudades se disminuyen costes de reconstrucción y se puede llegar a salvar miles de vidas durante una emergencia.
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El ejemplo de Haití
Haití en los últimos 15 años se ha tenido que enfrentar a una serie de desastres naturales, que le han afectado bastante. En el año 2008, se topó con una serie de huracanes que devastaron el territorio, generan la muerte de 800 personas, y cientos de desplazados.
En menos de dos años, en 2010, enfrentó un terremoto de 7.0 grados que dejó un saldo de 316.000 muertos y más de un millón de desplazados de acuerdo con el BID. Luego de semejante tragedia, muchas personas se empezaron a preguntar cómo era posible este desastre cuando en el mismo año un terremoto de 8.8 grados generó en Chile 500 muertes y 800.000 desplazados.
A pesar de que sean número bastante altos de igual forma, la diferencia en el número de muertes marca una diferencia drástica entre ambos países. Nuevamente, la razón de esta diferencia es clara, en Chile la construcción de la infraestructura apunta a ciudades resilentes, capaces de soportar temblores.
Siendo esto así, queda claro que el camino a seguir en toda América Latina es la planificación estratégica de la urbanidad. Más aún cuando se estima que para el 2030 más del 60 % de la población mundial vivirá en zonas urbanas.
Razones para invertir en ciudades resilentes
El Banco Mundial en 2018 realizó un estudio sobre el progreso de Haiti, detectando una serie de problemas que debían abordarse. Entre ellos se encontraban, la pobreza, la desigualdad, la carencia de servicios públicos, el desaprovechamiento de la urbanización, un elevado costo de vida, entre otros.
Motivo por el cual decidió dar una serie de razones por las cuales Haití debía construir ciudades resilentes. Sin embargo, si analizamos bien las causas de esto, nos daremos cuenta de que es una situación que afecta no solo a Haití, sino a toda Latinoamérica y al Caribe.
Por esta razón, a continuación, daremos algunas razones por las que la urbanización en América Latina en general, debería apuntar a ciudades resilentes.
1. La mayor parte de la población vive en zonas urbanas
La urbanización en América Latina ha crecido de forma sostenida desde principios del siglo pasado, fortaleciéndose desde 1950. Sin embargo, este proceso no vino acompañado de las políticas necesarias para garantizar que se diera de la forma más idónea posible.
Por el contrario, las construcciones de viviendas urbanas, por lo general se realizaron de la propia mano de las personas, sin ningún tipo de permisologia y guía con respecto a cómo hacerlo. Por ello, la mayoría de estas comunidades se encuentran desabastecidas de servicios públicos de calidad, sin contar que están ubicadas en zonas de alto riesgo.
Un ejemplo claro de esta realidad lo podemos encontrar en cualquier barriada de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, en Venezuela se encuentran grandes zonas urbanizadas que actualmente carecen de cualquier tipo de servicios públicos básicos, lo que ha generado una especie de espirar de la pobreza que mantiene a sus habitantes en la miseria.
La construcción de ciudades resilentes puede ayudar a superar este problema, ya que además de contemplar una urbanización planificada, también toma en cuenta todo lo necesario para el desarrollo integral de las personas. Es decir, no solo piensa que en el corto plazo debe colocarse un techo sobre sus cabezas, sino que también estos deben tener todo lo que necesitan para poder vivir dignamente.
Además de esto, las ciudades resilentes apuntan a integrar los elementos necesarios para el desarrollo de las personas, como escuelas y parques.
2. Servicios básicos insuficientes
Como mencionamos arriba, a pesar de que el incremento de los servicios básicos ha sido notable en las ultimas décadas, ha sido insuficiente. La razón es simple, la velocidad de crecimiento de la urbanización fue más rápida que la de los Estados, quienes no tenían pensada esta situación.
Es por ello que con vista a avanzar a ciudades resilentes, se debe considerar comunidades integrales que tengan en cuenta todos los servicios necesarios para la población. Esto redundará no solo en beneficio de las personas, sino también en el de la economía en general. Ya que se ha demostrado que el PIB Per cápita responde de manera directa a la urbanización de las ciudades.
3. Sistema de transporte eficiente
La construcción de ciudades resilentes va de la mano con vías de comunicación y sistemas de transporte que faciliten la vida a las personas. Esto actuará naturalmente en favor del desarrollo integral del país, ya que genera nuevos caminos para el comercio más eficientes y económicos.
Además de favorecer el transporte para las personas las cuales, por ejemplo en Haití, se estima que dedican hasta un 70% de sus ingresos para el pago del transporte diario a sus empleos.
Conclusión
América Latina debería apuntar a la construcción de ciudades resilentes, ya que con esto podrán apuntalar su desarrollo de cara a los años venideros. Este tipo de ciudades no solo favorecen a la población, al protegerlos de posibles embates de la naturaleza, sino que también contribuyen directamente al desarrollo de la economía en general.
Siendo esto así, con el objetivo de superar la pobreza en la región, los Estados deberían de evaluar planes sólidos que permitan construir un camino a la urbanización en América Latina, que a diferencia de la primera oleada, se encuentre bien planificada y genere soluciones, antes que problemas.
Fuentes consultadas
Banco Mundial. (23 de Enero de 2018). Cinco razones por las que Haití debería invertir en ciudades resilientes. Obtenido de Sitio web oficial del Banco Mundial: https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2018/01/23/five-reasons-why-haiti-should-invest-in-resilient-cities
BBVA. (Julio de 2017). Urbanización en América Latina. Obtenido de bbvaresearch: https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/2017/08/Urbanizacion-en-America-Latina-BBVA-.pdf
Diario Libre. (24 de Enero de 2018). Urbanización se acelera en Haití sin crear riqueza, dice el Banco Mundial. Obtenido de Diario Libre: https://www.diariolibre.com/actualidad/internacional/urbanizacion-se-acelera-en-haiti-sin-crear-riqueza-dice-el-banco-mundial-DF9034072
Futuros resilientes: lecciones de Haití y cómo construir ciudades más seguras. (3 de Febrero de 2021). Obtenido de Sitio web oficial de la UNDRR: Futuros resilientes: lecciones de Haití y cómo construir ciudades más seguras, obtenido de: https://www.undrr.org/es/news/futuros-resilientes-lecciones-de-haiti-y-como-construir-ciudades-mas-seguras
UNOPS. (S/F). Construir un Haití Resilente. Obtenido de Sitio web oficial de la UNOPS: https://www.unops.org/es/news-and-stories/stories/building-a-resilient-haiti